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Ecoenfriadoras y aire ecológico. La solución para climatizar grandes y pequeñas instalaciones

Disfrutar de aire ecológico, limpio y fresco es clave en cualquier centro de trabajo. Las razones son
muchas y muy variadas, como veremos en este artículo. Por ejemplo, favorece la conservación de los
productos y mejora el bienestar de los trabajadores. Dicha mejora redunda en un mayor rendimiento
durante la jornada laboral.

Este es el motivo por el que cada vez tienen mayor demanda las ecoenfriadoras de Airmagic.

Conocerlo todo sobre ellas resulta recomendable para elegir el modelo adecuado e instalarlo en
cualquier centro de trabajo con independencia de cuáles sean sus dimensiones. No importa que sea
cerrado o semiabierto.

Tabla de contenidos

¿Qué son las enfriadoras que ofrecen aire ecológico?

Una ecoenfriadora puede definirse como un aparato de climatización capaz de reducir la temperatura
del aire de un espacio sin necesidad de utilizar gases refrigerantes que, como se ha determinado a lo
largo de las últimas décadas, poseen un impacto muy negativo en el medioambiente. De hecho,
juegan un papel decisivo en el efecto invernadero que está provocando el calentamiento global y el
cambio climático.
En estos momentos, a pesar de que la normativa F-Gas de la Unión Europea ha establecido límites
exigentes, es posible hallar en el mercado dispositivos de aire acondicionado que emplean gases
refrigerantes con un potencial de efecto invernadero 150 veces superior al dióxido de carbono. Sin
duda, una cifra preocupante y contra la que hay que luchar para garantizar que el planeta sea mejor
para las futuras generaciones.
Por su parte, las ecoenfriadoras también se caracterizan por tener una vida útil, generar pocas
emisiones durante su proceso de fabricación y ensamblaje y, sobre todo, por tener un consumo
energético muy reducido. En este sentido, los equipos de climatización adiabática de Airmagic
reclaman hasta un 98 % menos de electricidad que cualquier aire acondicionado convencional.

La climatización adiabática

Las ecoenfriadoras de Airmagic funcionan a partir de una tecnología llamada climatización
adiabática o evaporativa. Consiste, fundamentalmente, en la aportación de agua a una masa de aire
caliente con el propósito de rebajar su temperatura. Se basa en la primera ley de la termodinámica y,
por tanto, en un proceso completamente natural.

El funcionamiento de una ecoenfriadora de este tipo es relativamente sencillo. En concreto, el
sistema captura el aire procedente del exterior, el cual alberga grandes cantidades de calor y multitud
de agentes contaminantes procedentes de los coches y otros elementos. A continuación, lo conduce
por sus tuberías y circuitos hasta un filtro empapado de agua.

Cuando el aire caliente atraviesa ese filtro, parte de su calor hace que el líquido se evapore, lo que
hace descender la temperatura e incrementa su índice de humedad relativa. En él también se quedan
los agentes contaminantes.

Después, el aire, ya refrigerado, es impulsado al interior del espacio. Cuando su temperatura vuelve a
ascender como consecuencia de la presencia humana y de la maquinaria de la empresa, es extraído y
el proceso vuelve a comenzar. El sistema detecta cuándo debe proceder mediante una serie de
sensores, repartidos por el centro de trabajo.

Tipos de climatización adiabática

Ahora bien, el proceso descrito con anterioridad puede ser ligeramente diferente según el tipo de
ecoenfriadora del que se trate. En líneas generales, podemos hablar de dos tipos:

–  Climatización adiabática directa. También conocida como «de bulbo húmedo». Debe su nombre a que, en este caso, hay una interacción directa entre el aire caliente y el agua dentro del sistema. Es la que mejor se ajusta a la definición anterior y la más empleada en todo el mundo.

– Climatización adiabática indirecta. En este caso, la evaporación del agua se produce en una tubería
distinta a la de la corriente de aire que será introducida en el espacio. Evidentemente, se trata de una
tecnología más compleja, puesto que el intercambio de calor tiene lugar en la superficie de los
conductos. Esto permite controlar mucho mejor la humedad del aire.


Ambos sistemas son muy efectivos para aminorar la temperatura de un espacio. Sin embargo,
podemos decir que el directo resulta más útil cuando la instalación se acomete en un lugar muy
caluroso y seco. El indirecto, en cambio, se adapta mejor a los espacios con un mayor índice de
humedad relativa ambiental.

La capacidad de las ecoenfriadoras para mejorar la calidad del aire

Ahora bien, las ecoenfriadoras no solo están facultadas para refrigerar el aire de una estancia, sino
también para mejorar su calidad. Debemos tener en cuenta que el aire procedente del exterior, por lo
general, está contaminado por partículas provenientes de la combustión de los coches y de los
procesos industriales, así como por ácaros, bacterias o polen.

El filtro de agua por el que transcurre esta corriente de aire consigue que gran parte de esos
contaminantes y elementos nocivos se queden en el agua. Sin embargo, este tipo de dispositivos
constan de otros sistemas destinados a capturar los elementos que superan esta barrera.

No se debe olvidar que la mala calidad del aire es responsable de diversos problemas de salud. Estos
son los ejemplos más reseñables:

Afecciones respiratorias. Especialmente, en las vías altas del aparato respiratorio, como son la
garganta y la nariz. Suele generar picor o escozor, sequedad, congestión y, en los casos más
severos, faringitis, laringits y bronquitis.
Alergias. La mala calidad del aire también puede desembocar en la aparición de alergias y afecciones
asociadas a ellas, como la rinitis y la dermatitis. Por regla general, son provocadas por el polen y los
ácaros.
Cuando la exposición al aire con una calidad deficiente es prolongada, las enfermedades pueden
tornarse mucho más graves. De hecho, incluso puede propiciar ciertos tipos de cáncer y patologías
cardíacas y pulmonares.

Los beneficios de las ecoenfriadoras en la productividad

Llegados a este punto, es el momento de poner el foco en los beneficios que las ecoenfriadores
proporcionan en términos de productividad y reducción de costes.

Reducción de la siniestralidad o accidentabilidad laboral

El calor juega un papel decisivo en el desempeño profesional de los trabajadores. Por ejemplo, se
estima que, una vez la temperatura asciende por encima de los 28 °C, el rendimiento comienza a
descender. Al alcanzar los 34 °C, puede disminuir hasta en un 50 %

Esto, de por sí, es una mala noticia para cualquier empresario. Sin embargo, va más allá, ya que esta
reducción del rendimiento está ligado a una merma en las capacidades cognitivas del trabajador.
Sería el caso, por ejemplo, de problemas para mantener la concentración, lo que podría llevarle a
cometer errores que se tradujesen en un accidente.

Está demostrado que la accidentabilidad laboral acontece de forma proporcional al incremento de las
temperaturas. Por tanto, para rebajar riesgos, es imprescindible cuidar el confort térmico de los
empleados y prevenir el desarrollo de situaciones de estrés.

Menos incapacidades temporales

Al usar una ecoenfriadora capaz de generar aire ecológico
y en condiciones óptimas de temperatura y humedad, todos los problemas de salud citados más
arriba desaparecen. Es más, el riesgo de contagio de virus y de afecciones bacterianas se reduce
notablemente debido a los ciclos de renovación llevados a cabo por este tipo de aparatos.

Esto se traduce en una menor rotación del personal y, por tanto, en una mayor productividad. Las
bajas de corta duración no suelen ser sustituidas, lo que incrementa la carga de trabajo, que se ve
incrementada para los demás. Como es obvio, dos personas no pueden hacer el trabajo de cuatro,
por ejemplo.

Mayor confort

Los trabajadores que llevan a cabo sus tareas en entornos provistos de un aire limpio y de gran
calidad sienten que sus empleadores velan por su bienestar. Por ello, no solo ofrecen un mayor
desempeño, sino que se muestran más satisfechos con su permanencia en la empresa con el paso
de los años. Esto hará que busquen menos alternativas en el mercado (fuga de talentos) y que,
incluso, recomienden sus servicios a sus familiares y amigos.

Sin embargo, esto no solo hace referencia a la sensación térmica experimentada en el interior del
centro de trabajo. Las ecoenfriadoras también son capaces de eliminar los malos olores gracias al
uso de filtros específicos. Esto es especialmente importante en grandes locales como, por ejemplo,
los utilizados por la industria alimentaria o de cualquier otro tipo, cuyas necesidades son muy
elevadas.

Incremento de la rentabilidad

Todo esto hace que la instalación de un equipo de climatización adiabática o ecoenfriadora sea una
inversión muy rentable. Al fin y al cabo, supondrá un mayor rendimiento laboral a través de la
regulación térmica y de la presencia de aire puro en las instalaciones. Además, conviene considerar
este tipo de equipos como inversiones que se amortizan en un plazo muy razonable de tiempo (unos
5-8 años) atendiendo a su vida útil (superior a los 25 años).

En definitiva, la instalación de sistemas que proporcionan aire ecológico en los centros de trabajo
como, por ejemplo, los supermercados o los gimnasios es imprescindible para garantizar el confort
térmico, prevenir problemas de salud y, en consecuencia, mejorar la productividad y la rentabilidad
del negocio. Soluciones, ofrecidas por Air Magic, que cada vez cuentan con un mayor número de
empresarios adeptos.

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