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La climatización en centros deportivos y gimnasios: una necesidad esencial para el bienestar y el rendimiento

La climatización en centros deportivos y gimnasios en general es una tarea especialmente delicada. No se debe olvidar que en ellos suele haber una alta concentración de personas en un espacio reducido. Además, todas ellas se encuentran haciendo deporte, lo que afecta a la temperatura y a la calidad del aire.

Pero ¿a qué problemas se enfrentan este tipo de negocios a la hora de garantizar la temperatura de confort de sus usuarios sin elevar mucho sus costes operativos? Sin duda, una pregunta muy interesante a la que en Airmagic se va a dar respuesta.

La climatización en centros deportivos y gimnasios: una necesidad esencial para el bienestar y el rendimiento

Tabla de contenidos

Climatización en centros Deportivos y Gimnasios : ¿dónde se encuentra la temperatura de confort?

Según American College Sports Medicine (ACSM), uno de los organismos de referencia en el ámbito de la medicina deportiva, la temperatura ideal para hacer ejercicio en un gimnasio oscila entre los 20 °C y los 22 °C.

En este sentido, hace hincapié en que la zona que requiere mayor refrigeración es la dedicada al ejercicio cardiovascular. Es decir, aquella en la que se encuentran las bicicletas elípticas, las cintas para correr y los ergómetros, entre otros dispositivos de resistencia.

Por su parte, en el área de musculación puede ser un poco superior, sobre todo, durante el verano. ¿El objetivo? Incrementar el nivel de eficiencia energética del inmueble y proporcionar un ahorro de costes en electricidad.

¿Por qué es tan importante la climatización en centros deportivos y gimnasios?

La práctica deportiva en un entorno saludable es fundamental para garantizar la salud de sus participantes. Al fin y al cabo, el exceso de frío incrementa el riesgo de sufrir lesiones durante la práctica deportiva.

Sin embargo, entrenar cuando las temperaturas son muy altas suele ser bastante más perjudicial, ya que puede provocar:

  • Calambres musculares. Con el propósito de regular la temperatura corporal, el organismo incrementa la sudoración. Se trata de una respuesta normal, pero que eleva la pérdida de agua y sales minerales. ¿El resultado? Espasmos y contracciones súbitas e involuntarias de los músculos, especialmente, de las piernas y de la zona lumbar.
  • Incremento de la sensación de fatiga. Hasta tal nivel que sea imposible mantener los estándares habituales de rendimiento. Asimismo, el calor tiende a provocar una pérdida del nivel de concentración e incomodidad.
  • Molestias. Al calor también es posible achacar algunos síntomas que sufren quienes entrenan con exigencia. Es el caso, por ejemplo, de la congestión nasal, el dolor de cabeza o la hipersensibilidad. En ocasiones, provoca náuseas y mareos.
  • Pérdidas de conciencia. La deshidratación y la pérdida de sales minerales puede ir un paso más allá si el usuario del gimnasio no repone los líquidos que pierde. Estas pérdidas temporales de conciencia se conocen de manera popular como desmayos o síncopes.
  • Golpes de calor. Sin duda, la consecuencia más grave de entrenar con temperaturas altas. Al exigir al cuerpo un rendimiento alto, este quizá sea incapaz de reducir la temperatura corporal, llegando incluso a superar los 40 °C. Esta situación no solo puede provocar síncopes, sino que ocasiona daños graves a los órganos vitales. De hecho, este problema de salud es potencialmente mortal si no se recibe asistencia médica inmediata.

El objetivo de esto no es ser alarmista ni catastrófico. Ahora bien, conviene ser conscientes de todos los riesgos potenciales para diseñar un sistema de climatización de centros deportivos y gimnasios que los minimice todo lo posible.

Problemas de climatización a los que se enfrentan los gimnasios y centros deportivos

Los gimnasios y centros deportivos poseen una serie de características que los diferencian de otros negocios con una alta afluencia de clientes. Hablamos, por ejemplo, de los supermercados o restaurantes.

Por lo general, se trata de espacios abiertos que cuentan con varios cientos de metros cuadrados de superficie que, además, poseen techos muy elevados. Esto hace que el volumen a refrigerar y a ventilar sea muy alto.

Mantenimiento de la calidad del aire en gimnasios y centros deportivos

Renovar el aire de estos espacios según los criterios del Reglamento de Instalaciones Térmicas en los Edificios (RITE) es muy importante. ¿El motivo? La práctica deportiva conlleva un mayor volumen de emisiones de dióxido de carbono (CO₂) por parte de los usuarios, así como la acumulación en el ambiente de mayores índices de humedad relativa. También es posible que los virus y las bacterias se esparzan con más facilidad.

Todo esto afecta, como es evidente, al rendimiento de los usuarios, así como a sus niveles de satisfacción. Un cliente que no está a gusto en su gimnasio lo más seguro es que acabe buscando otro que sí cuente con un buen sistema de ventilación que le garantice el confort térmico que necesita. Algo dramático para el negocio, ya que le supondrá la pérdida de ingresos y problemas económicos.

Inversión y costos operativos

La instalación de equipos de aire acondicionado en los complejos deportivos implica, en primer lugar, un fuerte desembolso económico en la compra de los equipos. Al tratarse de superficies que, por lo general, cuentan con cientos de metros de superficie, sus necesidades en materia de refrigeración y ventilación son muy altas. No en vano, el tipo de actividad que en ellos se realiza así lo provoca.

Esta inversión supone un hándicap importante para los gimnasios y centros deportivos que acaban de abrir sus puertas, así como para aquellos que no tienen una situación económica boyante. Además, sus responsables han de tener en cuenta el gasto en electricidad que conlleva mantenerlos en funcionamiento todo el día. No se debe olvidar lo mucho que ha subido el precio de la luz en los últimos años.

La climatización evaporativa o adiabática como solución para gimnasios y centros deportivos

Por suerte, los expertos en climatización de centros deportivos y gimnasios parecen haber encontrado la solución a los problemas citados anteriormente. ¿Dónde? En los sistemas adiabáticos o evaporativos.

¿Qué es la climatización adiabática o evaporativa?

Para entender por qué este sistema es tan útil en las instalaciones deportivas, primero hay que explicar cómo funciona. En concreto, se basa en la primera ley de la termodinámica, es decir, en la transferencia de calor entre varios elementos dentro de un sistema.

Los equipos de climatización adiabática para gimnasios capturan el aire caliente del exterior mediante un ventilador. Después, lo conducen hasta un filtro poroso y húmedo. Al atravesarlo, gran parte de su calor se transfiere al líquido, lo que conlleva que entre en el inmueble a una temperatura entre 8 °C y 12 °C inferior, según a la potencia a la que se haya regulado su funcionamiento.

¿Cómo soluciona la climatización adiabática los problemas más habituales de los gimnasios?

Tras lo dicho, queda claro que este tipo de equipos son capaces de reducir la temperatura del interior del gimnasio de manera eficaz hasta llevarla a la zona de confort de los usuarios. Sin embargo, sus beneficios van mucho más allá:

  • Renovación del aire. Los sistemas de climatización evaporativa también renuevan el aire con eficacia. Esto se debe, en primer lugar, a que introducen en el inmueble aire previamente depurado. Y es que, al atravesar el filtro, las impurezas presentes en él quedan atrapadas. Pero, además, poseen extractores que lo expulsan al exterior cuando sus sensores detectan que ha superado los umbrales recomendados.
  • Reducción del gasto energético. Estos equipos necesitan alrededor de un 80 % menos de electricidad que un aparato de aire acondicionado para rebajar la temperatura al mismo nivel.
  • Sostenibilidad. La reducción del consumo energético supone un beneficio notable para el medioambiente. No obstante, los sistemas de climatización adiabática no utilizan gases refrigerantes para reducir la temperatura del aire, que tienen potencial para elevar el efecto invernadero.
  • Amortización rápida de la inversión. En concreto, en un período de entre 3 y 5 años. Una cifra muy baja si se tiene en cuenta que la vida media de estos equipos supera los 20 años y requieren un mantenimiento mínimo.

La climatización evaporativa en los centros deportivos se muestra la mejor opción para este tipo de establecimientos

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